Christopher Chandler gana un caso de difamación y el jurado le otorga 8.000.001 dólares de indemnización

El caso surgió de un expediente escrito hace más de 20 años, que contenía acusaciones falsas y muy perjudiciales sobre Chandler. Chandler presentó un proceso por difamación contra el autor del expediente, Berlin, en un tribunal federal de Washington, D.C., y en septiembre de 2023, el tribunal concedió la moción de Chandler de juicio sumario, sosteniendo que las acusaciones eran falsas y difamatorias como cuestión de derecho. Esto significa que las acusaciones eran incuestionablemente infundadas y completamente falsas. "Berlin simplemente redactó un informe que era una invención total", escribió el tribunal. Puede encontrar más detalles sobre el fallo aquí.

Un año después de esa sentencia decisiva, un jurado de D.C. escuchó pruebas que demostraban que Berlin publicó su dossier falso con un desprecio temerario por la verdad. Entre otras cosas, el jurado escuchó que Berlin fabricó el informe cortando y pegando artículos de noticias sobre empresas no relacionadas, y luego insertando el nombre de Chandler para hacer pasar intencionalmente el negocio legítimo de Chandler como una empresa criminal. El abogado de Chandler puso un punto final a una batalla de seis años por la verdad y la justicia: "No hay nada que podamos hacer para evitar que estas acusaciones resuenen por la eternidad. Pero en nuestro sistema, en esta democracia, cada uno de ustedes está facultado para emitir un veredicto que también resuene por la eternidad".

El jurado determinó que Berlin actuó maliciosamente al publicar las acusaciones falsas y otorgó a Chandler 8.000.001 dólares por daños compensatorios y punitivos. El veredicto del jurado transmite un mensaje claro: las mentiras tienen consecuencias, en particular cuando se venden a cambio de un sueldo, manchando la reputación ganada con mucho esfuerzo por un hombre inocente. Su veredicto subraya la creencia de que este comportamiento simplemente no es aceptable en una sociedad moral y justa.

Este caso no sólo ha dado como resultado la victoria total y la exoneración de Chandler, sino que ha creado una nueva ley para otras víctimas de difamación, incluyendo la ampliación del plazo de prescripción de un año en D.C. en casos de difamación para incluir circunstancias en las que la difamación sólo se descubre años después del hecho, y creando un precedente en el que las víctimas de daño infundado a la reputación no son llevadas a juicio cuando la falsedad es irrefutable.

A lo largo de los seis años que ha llevado concluir este caso, a Berlin se le ofrecieron innumerables oportunidades para simplemente disculparse y retractarse públicamente de sus falsas acusaciones, pero se negó a hacerlo.

Se pretende que el veredicto emitido se aplique para financiar los programas filantrópicos patrocinados por la Fundación Legatum, convirtiendo así algo destructivo en un recurso que pueda ayudar y construir a otros.

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