La inversión en agua es clave para evitar un aumento de los conflictos mundiales
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El 2024 Ecological Threat Report abarca 207 países y pone de relieve una crisis mundial cada vez mayor en la que se entrecruzan las amenazas ecológicas, el cambio climático, la mala gobernanza, el crecimiento demográfico y los conflictos. El informe identifica 50 países, donde viven 1.300 millones de personas, que se enfrentan a niveles altos o muy altos de amenazas ecológicas. Se prevé que estos países, el 82% de los cuales se encuentran en África, experimenten un aumento de la población del 51% para 2050.
El África subsahariana surge como un área de especial preocupación. Una reciente sequía grave inducida por El Niño en la región ha afectado a 68 millones de personas, o el 17% de la población de la región. La sequía, que comenzó a principios de 2024, ha afectado a la producción agrícola y ganadera, provocando escasez de alimentos y dañando economías en general. Los precios de los alimentos son un 25% más altos que antes de la pandemia de COVID-19, lo que complica aún más el acceso a los alimentos.
Sin embargo, la región tiene el mayor potencial a nivel mundial para mejorar su capacidad de producción de alimentos. Por ejemplo, el rendimiento promedio de maíz en África es de sólo 1,9 toneladas por hectárea, en comparación con el promedio mundial de 5,4 toneladas. Además, la región posee 200 millones de hectáreas de tierra cultivable sin explotar. Mediante la implementación de técnicas de microcaptura de agua y la adopción de prácticas agrícolas mejoradas, el África subsahariana podría mejorar sustancialmente su resiliencia ecológica y su seguridad alimentaria.
Steve Killelea, fundador y presidente ejecutivo de IEP, dijo: "El mundo se encuentra en una coyuntura crítica en la que las amenazas ecológicas están cada vez más entrelazadas con los riesgos de conflicto, la pobreza y la deuda. Nuestra investigación muestra que las inversiones específicas en la captura de agua y las prácticas agrícolas podrían mejorar drásticamente la seguridad alimentaria, aumentar la resiliencia local, reducir los conflictos y aliviar la migración forzada".
Puntos críticos ecológicos
El ETR identifica 27 puntos críticos ecológicos: países en los que se entrecruzan altos riesgos ecológicos con baja resiliencia social. Estos países críticos se enfrentan a mayores riesgos de inestabilidad, conflicto y crisis humanitarias. La distribución geográfica de estos puntos críticos está muy sesgada: 19 están ubicados en África subsahariana, cuatro en Oriente Medio y el norte de África, y los cuatro restantes se encuentran repartidos por Asia y el Caribe.
Los países que son puntos críticos tienden a agruparse geográficamente, lo que puede generar inestabilidad regional, ya que las crisis ecológicas y humanitarias pueden afectar a varios países. Los efectos indirectos incluyen desplazamientos de población, nuevos conflictos transfronterizos e interrupciones en las redes de transporte y las cadenas de suministro.
La gravedad de la situación se ve subrayada por el hecho de que muchos países que son puntos calientes están experimentando actualmente conflictos armados o disturbios civiles, lo que pone de relieve la interacción entre amenazas ecológicas, baja resiliencia y mayor riesgo de violencia. Si no se abordan estos desafíos, los efectos combinados del crecimiento demográfico, la degradación ambiental y la gobernanza débil podrían conducir a un ciclo de creciente inestabilidad, en particular en regiones que ya son propensas a los conflictos.
Gobernanza y gestión del agua
El riesgo hídrico está más estrechamente vinculado a una mala gobernanza que a la escasez de agua. Por ejemplo, los Emiratos Árabes Unidos se enfrentan a un riesgo hídrico bajo a pesar de tener recursos limitados, mientras que el vecino Yemen se enfrenta a dificultades a pesar de tener recursos hídricos más abundantes. El informe destaca que una inversión anual de 15.000 millones de dólares en la captación de agua a pequeña escala y otras iniciativas relacionadas podría mitigar sustancialmente los riesgos ecológicos en el África subsahariana, con el potencial de triplicar los rendimientos de los cultivos en algunas áreas. Esto es crucial, ya que la región necesita más que duplicar su producción de cereales para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas durante los próximos 25 años.
El ETR también identifica posibles soluciones, en particular en materia de gestión del agua y prácticas agrícolas, que podrían mejorar significativamente la seguridad alimentaria y las perspectivas económicas en regiones vulnerables. Los proyectos de captación de agua a pequeña escala, como las presas de arena, las presas de escorrentía de rocas y las presas en África muestran resultados prometedores: una única inversión de 50.000 dólares podría regar hasta 9 hectáreas y producir un rendimiento de 180.000 dólares. El África subsahariana tiene aproximadamente 34,2 millones de hectáreas de tierra con potencial de riego sin explotar, que podría utilizarse empleando menos del 6% de los recursos hídricos renovables de la región.
Steve Killelea añadió: "Es fundamental que los gobiernos y las organizaciones internacionales den prioridad a estas intervenciones para generar resiliencia y prevenir conflictos futuros. El fortalecimiento de la gobernanza local y los mecanismos de resolución de conflictos basados en la comunidad han demostrado ser más eficaces que las intervenciones de seguridad externas para mitigar las tensiones antes de que se conviertan en violencia".
El cambio climático actúa como un amplificador de amenazas, exacerbando las tensiones existentes en áreas con un historial de conflicto, instituciones débiles y baja resiliencia. En áreas propensas a la competencia por los recursos, la escasez de agua o tierra cultivable inducida por el clima puede aumentar las tensiones entre las comunidades. El impacto es particularmente pronunciado en países con instituciones débiles, donde los gobiernos carecen de la capacidad para gestionar eficazmente las tensiones relacionadas con el clima o mediar en los conflictos resultantes.
El aumento de los conflictos agropastorales en el Sahel afecta a más de 50 millones de personas, lo que demuestra cómo las presiones ecológicas pueden intensificar las tensiones étnicas y los recursos existentes. Los grupos extremistas transnacionales han explotado estos agravios locales para movilizar a los combatientes y agravar los conflictos. La región del Sahel representa casi el 16% del total de muertes por conflictos en África, a pesar de que comprende solo el 6,8% de la población del continente. Es especialmente preocupante la invasión de estos grupos en áreas que eran relativamente pacíficas, incluidos los países de África occidental de Côte d'Ivoire, Benin, Togo y Nigeria.
Seguridad hídrica y alimentaria
El riesgo hídrico está estrechamente relacionado con una gobernanza deficiente y una infraestructura pobre: el África subsahariana utiliza solo el 2% de sus recursos hídricos renovables para la agricultura, en comparación con un promedio de 6,7% en todas las regiones del mundo. Sin embargo, con una inversión adecuada se pueden evitar los peores efectos. Solo el 1,8% de las tierras cultivadas en el África subsahariana están irrigadas, menos de una décima parte de la tasa mundial del 19%.
Además, los avances en la tecnología de irrigación harán que el uso del agua en la agricultura sea más eficiente: se espera que las tierras irrigadas en los países de ingresos bajos y medios aumenten un 34% para 2030, pero el uso total de agua agrícola se incrementará solo un 14%.
Implicaciones globales futuras
El cambio climático provocará una presión sobre los recursos hídricos en los ecosistemas alimentados por glaciares del sur de Asia y Sudamérica, mientras que el aumento del nivel del mar aumentará la salinidad en algunas de las regiones agrícolas más fértiles del mundo, en particular en el sudeste asiático. El aumento de las condiciones meteorológicas extremas en China y la India dificultará la alimentación de los 2.800 millones de personas que viven allí. Además, más de 91 millones de personas dependen de la cuenca baja del río Mekong y de los deltas del Nilo para su sustento, y la construcción de represas río arriba afecta gravemente los flujos de agua.
Las implicaciones globales de estas amenazas ecológicas se extienden más allá de las fronteras regionales. La escasez de alimentos en una zona puede afectar los precios y la disponibilidad de alimentos a nivel mundial debido a la naturaleza interconectada de las cadenas de suministro. A medida que se intensifique el cambio climático, se producirán cambios significativos en los patrones migratorios mundiales, lo que reconfigurará la demografía y las economías tanto en los países de origen como en los de destino. Una inversión adecuada en un uso más eficiente del agua y la tierra para la agricultura puede mitigar drásticamente los peores efectos de la degradación ecológica, mejorar las economías, prevenir los conflictos y reducir la migración forzada.
NOTAS A LOS REDACTORES
Para más información y descargar el Ecological Threat Report 2024, visite https://visionofhumanity.org y https://economicsandpeace.org. El material de video para transmisión y el sonido para radio están disponibles contactando con Tim Johnston a continuación.
Acerca del Institute for Economics & Peace (IEP): IEP es un grupo de expertos internacional e independiente dedicado a cambiar la atención del mundo hacia la paz como una medida positiva, alcanzable y tangible del bienestar y el progreso humanos. Tiene oficinas en Sídney, Bruselas, Nueva York, La Haya, Ciudad de México y Nairobi.
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